El precio de toda esta juerga es estratosférico, y ahora me pregunto: pero, ¿Quién paga todo esto? Lo habéis adivinado: LOS QUE CULTIVAN EL HUERTO. Ellos se hacen cargo de las facturas, y lo hacen como si no hubiera un mañana. Son los RESPONSABLES PASIVOS de que esta clase de saqueos indiscriminados sean posibles. La explicación a este fenómeno global es trágica y muy fácil de entender: en el principio de los tiempos se juntaron Dos. Uno cultivó el cerebro, mientras el otro se puso manos a la obra y solo consiguió cultivar el cuerpo. No prestó atención al desarrollo de la mente y lo pagó muy caro, porque el primer individuo le mandaba lo que tenía que hacer, cómo lo tenía que hacer, cuando lo tenía que hacer y para quién lo tenía que hacer. AQUEL PEDAZO DE CABRÓN HABÍA COMENZADO A PENSAR. Desde aquel momento y, a partir de este hecho -casi histórico-, todos sus esfuerzos fueron destinados directa e invariablemente a consolidar y mantener su ventajosa, cómoda y prepotente relación, dejando instalado para siempre un «sistema» que solo permite que se diviertan unos cuantos y, mientras continuamos soportando esta situación, sumidos en la ignorancia y a pesar de ser más de ocho mil millones, no hacemos nada para intentar construir un Mundo en el que podamos divertirnos todos…
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El fragmento del NUEVO libro ¿por qué somos tan imbéciles? 6ª Ed. 2.0