Más allá de la simple curiosidad, no considero imprescindible saber de dónde venimos y de qué especie procedemos. El asunto se ha devanado hasta la saciedad, originando multitud de teorías que -en la práctica- nos han dejado sin una respuesta definida, sin embargo es fundamental saber hacia dónde nos están llevando para intentar desenredar, en la medida de lo posible, la tela de araña en la que estamos atrapados. Antes de entrar en materia debo poner en vuestro conocimiento, que los dirigentes de turno no se sienten satisfechos con el resultado de sus gestiones. Una vez analizada la exhaustiva y agotadora labor de mando desarrollada durante siglos con la clara intención de someter al personal sin que protesten, no están dispuestos a admitir el fracaso, a ser cuestionados constantemente y a convertirse en el hazmereir de los ciudadanos, circunstancias causantes de su frustración y de su prematuro encanecimiento. Finalmente alguien -de todos conocido-, ha tomado la decisión de coger el toro por los cuernos para zanjar el asunto de una puñetera vez, con la idea de transformar a sus gobernados en una masa amorfa de seres mansos, incondicionales y sumisos.
Un tal CHIN CHIN CHON. mandatario de uno de los países más extensos de este Planeta, ha tenido una genial y revolucionaria idea, que podría resolver -de una vez por todas- los inconvenientes que conlleva a nivel global, la ingrata y dura gestión de mando . La idea es tan perfecta que -a corto o medio plazo- podrían invertir esta particularidad y paralelamente transformar el lugar donde vivimos en un remanso de paz y debéis de saber que el proyecto ya está en fase de ejecución. En síntesis, se trata de que por fin desaparezcan las fronteras, de homogeneizar la comunicación entre los pueblos y de acabar con los tímidos y aburridos intentos que una extensa y sucesiva gama de variantes políticas han puesto en práctica persiguiendo el mismo resultado, sin conseguirlo.
Bajo la jurisdicción de este personaje, se arremolina una significativa masa de individuos con los que -en la práctica- tiene resuelto el problema de la manipulación a gran escala, y ha considerado que el «sistema» podría funcionar a nivel planetario. ¡Me explico!: cualquier individuo medianamente observador, habrá podido comprobar que la totalidad de los ciudadanos que componen este gran colectivo, tienen los ojos rasgados y en sentido oblicuo. Costó mucho conseguirlo, pero hace tiempo que es una realidad. Este logro ha sido fundamental, porque se han obtenido dos objetivos importantes: el sentido oblicuo de los ojos indica al amigo CHIN CHIN CHON quien es quien, y los ojos rasgados permiten que, al menos, cada individuo sea capaz de ver por donde va. El objetivo consiste en transformar en sucesivas fases las cualidades físicas y la Inteligencia Natural , por la Robótica y por la inestimable aportación de la Inteligencia Artificial.
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No es necesario recordar, que con la primera siembra de aquel dichoso virus que quedó grabado para siempre en nuestras mentes, el amigo CHIN puso al mundo patas arriba. Una masa ingente de individuos permanecimos durante un largo periodo confinados en nuestras viviendas sin rechistar y posteriormente liberados y obligados a usar unas patéticas máscaras que, según él nos protegerían de aquel extraño germen, lo que demostró claramente que grandes cardúmenes de individuos pueden manipularse. Se trata de un primer paso, porque el asunto continuará hasta que todos estemos dotados con ojos oblicuos -a modo de seña de identidad- y rasgados, para no rompernos la frente con una farola al caminar. Jamás había ocurrido nada parecido a nivel global, de manera que la manipulación en masa del género humano ya es una realidad, lo que significa que la mutación a gran escala también es posible.
A la vista de los primeros resultados, hemos observado algunas tímidas sonrisas en el rostro del artífice de este proyecto, señal inequívoca de que va por buen camino, sin embargo están previstas otras actuaciones en este sofisticado proyecto. Para llevar a buen término el proceso y, una vez superada la primera fase, pretende poner en marcha los mecanismos que nos llevarán, -aunque pueda parecer una utopía- a la paz y a la estabilidad mundial, que aparentemente es tan difícil de conseguir en las actuales circunstancias. Una sucesiva oleada de virus, responsables de la gran mutación, se introducirán en nuestros cerebros, terminando para siempre con las disputas con el vecino del 5º A, con la rivalidad entre miembros de los diferentes colectivos, con la soberbia de muchos, con las disputas territoriales de unos cuantos, con la lucha de clases, con los miles de dioses que nunca están, con la tiranía de los intereses bancarios, con la gran maraña de variantes políticas, con tantas formas diferentes de comunicarse, con los programas de TV destinados a despellejar gente, con el racismo, con las hambrunas, con las guerras y con los conflictos internacionales.
Para estar al corriente de los avances de la multitudinaria mutación, tiene previsto llevar a cabo un triaje, a nivel planetario. Los individuos seleccionados serán colocados de rodillas y de cara a la pared. Una vez en esa posición y con el fin de comprobar su estado emocional, personal especializado procederá a patear con decisión sus partes blandas esperando que, una vez desprendidos de su ego, en lugar de contraatacar violentamente contra el agresor, pidan perdón y sólamente en este último caso se dará por finalizado el proyecto.
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El procedimiento es humillante a primera vista, pero sin duda dispone de ventajas importantes si consideramos que ya no serán necesarias las malditas guerras, responsables de tantos millones de muertos y de consumir el cincuenta por ciento de los recursos de este Planeta; unos conflictos que siguen vigentes en estos momentos y que no sabemos cómo van a terminar a juzgar por las miradas atravesadas de los dirigentes de algunas parcelas, por el ego enfermizo de otros y por la cantidad de artefactos nucleares repartidos por toda la geografía, que podrían eliminar cualquier signo de vida con solo apretar un botón. En el plano económico, es necesario tener en cuenta que el ahorro será considerable porque, en la actualidad, cada uno de los millones de «mozos» parapetados en los cuarteles aprendiendo mil maneras de matar al enemigo, está equipado con un elegante y costoso traje de calle con corbata, una sofisticada vestimenta de campaña para operar en las zonas de conflicto, chaleco antibalas, casco para que reboten las balas, redes de camuflaje, fusil de asalto de última generación y provistos de un gran arsenal compuesto por aviones, cañones, carros de combate, destructores, submarinos y armamento nuclear, cada día más sofisticados, circunstancia que no han tenido en cuenta para elaborar el pan nuestro de cada día, cuya calidad y propiedades gustativas están evolucionando en función inversa del tiempo transcurrido.
Una vez finalizado el plan, toda esta parafernalia ya no será necesaria porque las tribus, -concentradas en aprovechar los pastos estacionales- permanecerán controladas por unos individuos que aliviarán la factura de modo considerable, ya que serán dotados con un equipo de trabajo consistente en alpargatas camperas, traje-chaqueta de pana con remiendos, garrota de fresno para que el personal no se disperse, una boina para soportar las inclemencias del tiempo, morral de piel de borrego para guardar la merienda, un Satisfyer por si se alborotan mirando el culo de los que están pastando y un Pífano, que amenizará sus largas jornadas de pastoreo. Hay que felicitar a CHIN CHIN CHON por esta iniciativa, ya que los resultados, tanto sociales como económicos darán un vuelco significativo y, sin duda optimizarán nuestras vidas, aunque me da en la nariz que será necesario pagar un precio. Es cierto que, aunque debo de admitir que estoy sintiendo que el panorama no parece del todo perfecto, podríamos dar un paso de gigante para encontrar la tan ansiada felicidad. Quizá nos moveremos por un mundo más aburrido pero, teniendo en cuenta la fértil imaginación de este individuo, ya se inventará algo A ver qué ocurre…